Para comenzar con buen pie las fiestas lo primero que queremos es hacer memoria de todos los buenos momentos que nos ha brindado el 2016 y de esas personas con quienes los hemos compartido para agradecérselo con un Christmas.
¿Y que mejor manera de hacerlo que con una tarjeta hecha a mano? Seguro que será un regalo perfecto, así también demostramos a nuestros hijos y alumnos que no necesariamente el hacer un regalo va vinculado al consumismo. Podemos hacer regalos que signifiquen mucho a nivel sentimental y no tanto o incluso nada, a nivel económico.
La verdad que son muchos los modelos de tarjetas que han ido realizando mis peques, algunas veces a partir de modelos que yo les enseño y ellos luego customizan, mejoran e incluso cambian, o modelos de absoluta creación y diseño suyos. Pero a pesar de ser todas muy chulas me he quedado con una de ellas para mostrarles el paso a paso, y al final del post les enseñaré los resultado finales de varias de ellas.
Materiales:
- Tijeras
-Pegamento
-Perforadora
-Hilo
-Cartulina dorada
-Cartulina Blanca
-1 pincel
-Pintura de dedos verde
-Cinta de raso verde
Objetivos:
-Favorecer la motricidad
-Experimentar sensaciones
-Potenciar la creatividad
-Facilitar la expresión
Paso a paso:
-Coger pintura verde con el pincel y pintarse la mano.
-Presionar en la cartulina blanca la palma de la mano hasta dejar impresa la huella.
-Mientras se va secando la pintura aprovechamos para hacer en la cartulina dorada la forma de la bola. Un círculo, de un diámetro de 15 cm, con una pequeña parte circular en la parte superior que sobresalga de 4 cm.
-Recortamos la bola y perforamos el agujero por el que colocaremos el hilo para poder colgarla en el árbol.
-Ya la pintura seguramente se habrá secado, aprovechamos para recortar la huella lo más justa posible y pegarla en el centro de la bola dorada con los dedos hacia abajo.
-Por último haremos un lazo con el raso verde y lo pegaremos en la parte inferior de la palma de la mano.
- Antes de colgar la bola recuerda escribir en la parte trasera tu mensaje de felicitación o un deseo de prosperidad.
Lo más importante de las tarjetas de Navidad es que expresen todos nuestros sentimientos así que no olviden el último paso y siempre, siempre, sean creativos. Pongan su propio toque personal aunque tomen cuantas ideas quieran de inspiración.
Como lo prometido es deuda les muestro otras de las tarjetas que han ido realizando mis peques. Si quieren el paso a paso de alguna de ellas sólo tienen que pedirlo. Nos vemos mañana con otra manualidad Navideña.
Como verán, varias de ellas están hechas con pintura de manos. No sólo me encanta esta técnica porque potencia la sensibilidad de los niños y desarrolla su creatividad, sino que es el regalo perfecto con el que poder comparar con el paso de los años el desarrollo físico de nuestros hijos.
¿Has escogido tu preferida? Corre a por los materiales y pasa un rato divertido con tus hijos creando sus tarjetas personalizadas para las felicitaciones navideñas, enseñándoles el valor de los regalos artesanales y compartiendo momentos juntos.
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