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6 jul 2019

Lanzarote express

Sabes que son amigas de verdad cuando aceptan a tu hijo como si fuera uno más. Y así ha sido este viaje, un viaje que se suponía que sería una escapada de chicas y del que mi pequeño terminó formando parte.

Nos escapamos dos días, en principio para asistir al festival de "Sonidos Líquidos", pero siempre se hace hueco para el turisteo. "Sonidos Líquidos" solo ha sido la excusa para reunirnos como cuando éramos unas adolescentes y pasar tiempo juntas, eso si, ahora con otros intereses muy distintos que por aquel entonces.



El primer día visitamos Teguise, más concretamente el pueblo de Nazaret y cada rincón del Museo Lagomar, que me parece mágico, creo que es un sitio que sin duda deben visitar si van a Lanzarote. Lagomar es una casa construida entre piedras volcánicas y el sonido del agua, con el equilibrio perfecto que César Manrique transmitía a través de sus obras. Simplemente perfecto, un sitio del que no te cansarías nunca.

La mañana se nos hizo corta, pues había que dejar a Aylan en Playa Honda para nosotras volver a nuestro apartamento en Puerto del Carmen, bañarnos y prepararnos para el festival en La Geria. Nos encantó "Sonidos Líquidos", pese a que no es el estilo de música que suelo escuchar, el sitio era una pasada, el contexto inmejorable entre naturaleza, música y sostenibilidad y la selección enogastronómica para poner la guinda. ¡Lo pasamos increíble!



El segundo día madrugamos, metimos el equipaje en el coche y fuimos a Playa Honda a recoger al pituso y desayunar con mi tía y mi madre antes de ponernos en marcha. Playa Honda es la playa donde veraneaba cuando era pequeña, me trae muy buenos recuerdos, creo que vivir cerca del mar es calidad de vida. Desde ahí, ya con Aylan cogimos rumbo hacia Tinajo para ver la Casa Museo del Campesino que aunque estaba cerrada pudimos ver la escultura de la Fecundidad.

Como no daba tiempo de mucho más decidimos que nuestra última parada antes de regresar al aeropuerto debía ser en Haría, el pueblo de Arrieta, almorzamos en una terraza con vistas a la playa donde el pituso pudo jugar un ratito al terminar. La playa de Arrieta no es para nada de mis playas preferidas, suele hacer viento y no tiene nada del otro mundo pero en la avenida el clima entre niños jugando y riendo es lo que hacen este pueblo singular.

Creo que Lanzarote es la isla a la que más veces he visitado, pero no me canso de verla, tiene algo especial que enamora, tal vez sus paisajes volcánicos, sus casas blancas en simbiosis con la naturaleza o el sentimiento que despierta en mi al recordar mis veranos de la infancia, las tardes en la playa, los pies llenos de arena a cualquier hora, jugar con un montón de niños sin que nadie sintiese el miedo a que ninguno de ellos fuese a desaparecer en cualquier momento, olor a salitre y la sensación de libertad. ¡Creo que sería la infancia ideal para cualquier niño/a!

En esta ocasión el clima no acompañó, hizo algo de viento y el aire estaba frío así que en el itinerario rápido quedó descartada la opción playa, pero no fue un problema, no nos dio tiempo a aburrirnos, ni siquiera a probar el agua de la piscina del hotel donde nos alojamos. Sólo les cuento algunos de los muchos sitios que no deben dejar de visitar, pero hay muchos otros que tampoco deberían perderse así que si pueden prolongar su escapada mucho mejor.

Lanzarote eres preciosa, casi tanto como mis amigas. Siempre me sorprendes.

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