Mi fierecilla

Viendo esa carita pilla tal vez era de prever que tarde o temprano el pituso se revelase y comenzara a sacar su carácter.  

Desde hace unas semanas mi pequeño terremoto ha decidido imponer sus “normas”, sus deseos y sus preferencias, y hacerse notar de todas las maneras.

Ha pasado de comer súper bien a regañarse con todo lo que no sea sólido, no quiere, purés, ni batidos, y para todo lo que tenga una textura diferente ha elegido su nueva onomatopeya preferida “arggg”. 

Así que en esta estamos, no sólo es en cuanto a su alimentación con lo que tenemos que lidiar con él, a esto le sumamos el que ahora todo lo quiere ya, esperar es algo que no está dentro de sus planes, y además te lo hace saber a gritos de “mamááááááá´” y si no obtiene el resultado de lo que quiere tirar todo al piso es su segundo recurso.

Antes si lo molestaban otros niños venía corriendo a esconderse detrás de mí o cedía a lo que quisieran los demás pero eso ya se acabó, ahora somos nosotros los que tenemos que decirle que sea cuidadoso, que no pegue, que pida las cosas por favor. Y bueno, no todo puede ser “malo”, ha aprendido a decir por favor y gracias y se ve tan tierno pronunciando esas palabras. 

Etapas sin más, aprendizajes y el desarrollo natural de sus 18 meses, algunas rabietas por las que tendremos que pasar y de las que nos acabaremos riendo pero con las que ahora tenemos que lidiar y controlar, aprender a superar los momentos de frustración, dialogar y dar muchas explicaciones hasta llegar a acuerdos, contar hasta 10 y respirar profundo si es necesario.

Por lo pronto a tomarlo con gracia y potenciar en él todas sus cualidades positivas, que sin duda pese a los momentos de rebelión, las tiene.

Camiseta: Miss little ones

Bermuda: Kika Kids

Zapatos: Nike Jordan