Ya toca volver a la rutina, adaptarse a los horarios, madrugar, reencontrarse con los compañeros y convivir en la pequeña sociedad de la escuela.
Para poder tener una convivencia sana y armoniosa hay que forjar una base sólida de respeto y tolerancia, tanto en la escuela como en los diferentes ámbitos educacionales, familia, centros de ocio y tiempo libre, clubes... Debemos preocuparnos de trasmitir y reforzar desde el propio ejemplo algunas normas básicas como la importancia de las buenas palabras.
Para colaborar en esta causa, que considero tan importante como pueden ser otras materias, hemos realizado un mural móvil con el que todos se sintiesen partícipes y colaboraran poniendo su granito de arena en la iniciativa.
Lo primero que hicieron fue un brainstorming en el que cada uno iba diciendo palabras que consideraran importantes para relacionarse de manera educada y positiva con otras personas de su entorno. Hubieron muchas palabras que se repitieron y esas fueron las elegidas, también hubieron algunas que hubiese puesto, por lo sorprendida que pude estar de leerlas, pero ya habíamos dejado clara la premisa antes de empezar la actividad de que recopilaríamos aquellas que más niños/as coincidiesen en que son importantes pronunciar a lo largo del día.
Una vez con las palabras claras y por grupos dibujaron y pintaron cada una de las letras para luego pegarlas en un rectángulo de gomaeva hasta formar nuestro mural uniendo cada parte con cinta, por unos agujeros que hicimos en las esquinas.
En el día a día son muchas las formas en la que nos relacionamos y la manera verbal puede dejar huella en nuestros corazones, démosle la importancia que merece. Si nos tratamos con respeto, amor y dulzura de la misma manera seremos tratados, eduquemos a los más pequeños
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