A través del juego el niño se expresa, aprende y se desarrolla de forma sana y natural. Por eso, me gusta que las actividades que realizamos siempre tengan un componente lúdico.
Cuando se trata de que éstos mini artistas den vida a lo que luego serán sus juguetes, su motivación aumenta considerablemente, y este será uno de esos juguetes con los que podrán crear sus representaciones mentales para luego teatralizar en forma de juego.
Teniendo en cuenta que el juego simbólico comienza a partir de los dos años, en la etapa de edad con la que yo interactúo 3-10, ya las representaciones se vuelven más exquisitas y les sirve para desarrollar sus relaciones sociales.
Vamos pues a la explicación de la manualidad:
Materiales:
-Churros de piscina
-Gomaeva
-Tijeras
-Pegamento. Recuerden que con pistola de silicona siempre es más rápido y eficaz, el resultado será más limpio y duradero, pero para la seguridad de los niños serán ustedes quien deban supervisar y coger las riendas en ese momento de la actividad.
-Hilo o rafia
-Ojos adhesivos
Objetivos:
-Favorecer el pensamiento abstracto a través de la manipulación de objetos y materiales
-Transformar y crear
-Representar situaciones mentales
Paso a paso:
-Doblamos un extremo del churro hasta unirlo al resto con un hilo o cinta de rafia, para crear el hocico del caballo. Lo atamos bien fuerte.
-Con los colores de gomaeva que cada uno elija traza las formas de las orejas y los orificios de la nariz y se pegan. Las orejas si las dejamos unidas por una tira de gomaeva sin cortar será más sencillo dejarlas sujeta luego al churro.
-Se pegan los ojos ojos adhesivos, si no tenemos ojos adhesivos podemos pintaros con un permanente o comprar ojos 3D y pegarlos con cola blanca o silicona.
-Por último, dibujamos la crin del caballo en la gomaeva, recortamos y pegamos al caballo, y cuando esté pegada le perfeccionamos el flequillo. El pelo o crin se dibuja haciendo en una tira de gomaeva formas de óvalos o medios círculos.
Ya sólo queda jugar. Que lo disfruten.
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