¿Que puedo decirles de esta manualidad? De estas que me gusta repetir con el paso del tiempo porque sabes que a parte de sus beneficios lúdicos y artísticos, el resultado serán muchas sonrisas.
Con esta actividad son muchos los aspectos que podemos trabajar, empezando por la importancia de reciclar o reutilizar y darle una segunda vida a los objetos, con el fin de colaborar en el mantenimiento y cuidado del medio ambiente, como avivar el placer por el arte y la creatividad en los niños, hasta la finalidad última del juguete que van a crear, la de aprender a soplar y aprovechar los beneficios que significan a nivel fonético en los niños con el control de su respiración.
Todo esto está genial para nosotros para hacernos una idea de los muchos beneficios que aporta esta actividad a los peques sin que necesariamente sean consciente de ellos, pero ahora lo que de verdad a ellos les interesa. ¡Manos a la obra!
Materiales:
-Tubos de cartón de papel o servilletas
-Témperas
-Pinceles
-Cartulinas
-Tijeras
-Papel seda
-Pegamento
-Permanente punta fina
Objetivos:
-Crear sus propios juguetes
-Tomar conciencia a través del arte de la importancia de cuidar el medio ambiente
- Aprender a soplar
Paso a paso:
-Pintar con el tono de verde que cada uno crea todo el exterior del tubo.
-En lo que se seca pueden ir dibujando el contorno de las escamas del dragón y sus ojos en cartulinas de colores y cuando estén recortados se pegarán los ojos en la parte inferior de las escamas, y todo esto en uno de los extremos del tubo, cuando ya se haya secado. Podemos fijarlo con cinta de doble cara si con el pegamento no es suficiente.
-Ahora haremos dos bolitas con papel seda negro, que serán los orificios de la nariz de nuestro dragón.
-Por último recortaremos tiras de colores de papel seda y se pegarán en el otro extremo del tubo a modo de fuego.
Ya tenemos nuestros dragones listos para jugar e imaginar que hemos viajado en el tiempo. ¡A divertirse!
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